Este mes de mayo ha tenido lugar en Viena (Austria) la conferencia anual del International Committee on Fundraising Organizations (ICFO). Es la única asociación internacional de organizaciones que, como Fundación Lealtad, se encargan de analizar a las entidades del Tercer Sector que recaudan fondos con fines benéficos. Su misión es establecer un marco común en el que intercambiar conocimientos, compartir experiencias y aprovechar sinergias y esfuerzos para garantizar que las donaciones se recaudan y se gestionan de forma adecuada.
El objetivo final de todos los miembros de ICFO es apoyar la transparencia y buenas prácticas en la gestión de las ONG para fortalecer su papel en la sociedad. Y también dotarlos de un sello que otorga credibilidad a su actividad y genera confianza hacia la ciudadanía.
Presente en 20 países de cuatro continentes
Actualmente, la red mundial está formada por las entidades evaluadoras de 20 países con presencia en cuatro continentes: 12 son de Europa, 4 de América, 3 de Asia y, como novedad en esta conferencia anual, se ha incorporado Burkina Faso como primer país africano que ha decidido dar valor a sus ONG a través de su seguimiento. Entre todas ellas, suman más de 7.000 ONG analizadas que movilizan un gasto agregado superior a 68.000 millones de euros.
Los 20 miembros de ICFO asistieron (de forma presencial o virtual) a la cita que tuvo lugar del 12 al 14 de mayo en la capital austriaca. En ella se trataron algunos temas que son de vital relevancia para el Tercer Sector, como la guerra de Ucrania y la importancia de analizar el impacto que consiguen las ONG a través de su actividad.
Respuesta coordinada ante una emergencia
En el encuentro participaron por videoconferencia los colegas de Charity Tuner, socio ucraniano de ICFO, que explicaron desde Ucrania y desde Varsovia cómo se está viviendo en el país la invasión rusa. Detallaron cómo está llegando la ayuda humanitaria y algunos problemas que están detectando. Se discutió sobre la importancia de la comunicación en una situación de emergencia, el impacto de las ayudas en especie, las limitaciones de las iniciativas particulares y el riesgo de trata de personas.
En este sentido, la red internacional propuso la creación de un Comité de Crisis para dar una respuesta conjunta, rápida y coordinada cuando estalla una emergencia. El objetivo es ofrecer a la sociedad información útil y contrastada sobre las ONG que trabajan en la zona.
El reto de analizar el impacto conseguido
Las métricas se han convertido en un elemento fundamental en la gestión de toda organización. A partir de los datos se puede analizar el impacto derivado de los proyectos y mejorar la toma de decisiones. El problema es que actualmente existen numerosas herramientas y metodologías de medición de impacto que resultan complejas y especialmente costosas para las ONG.
Por ello, ICFO propone un análisis de impacto sencillo y al alcance de cualquiera que, mediante una serie de preguntas de autoevaluación, permite a las asociaciones y fundaciones reflexionar su impacto. Se trata de un análisis cualitativo que parte de un previo análisis cuantitativo, basado en los resultados de su actividad. A través de este ejercicio de autocrítica, las ONG pueden llegar a conclusiones que validen su gestión o reorienten determinadas decisiones.
El valor de la comunicación para transmitir confianza
Otro de los aspectos fundamentales que se trataron en la conferencia de Viena fue la importancia de la comunicación en el Tercer Sector. En una sociedad que cada vez demanda más información, también las ONG se ven impulsadas a dar cuenta de su actividad. No solo es un ejercicio de transparencia, sino que también contribuye a consolidar el papel social, la reputación de la entidad y a generar confianza. Esto a su vez es fundamental para la captación de fondos.
Ser capaces de transmitir hacia fuera los valores de la organización, de contar lo que hace, cómo lo hace y lo que consigue con ello, es poner en valor su misión. Hoy día, además, lo que no se comunica parece que no existe. Y las ONG disponen de numerosos canales para poder generar esa corriente de información hacia sus grupos de interés. Desde los medios de comunicación hasta su página web, pasando por las redes sociales, blogs, newsletters, etc.
Sellos de calidad para ponérselo fácil al donante
La conferencia anual de ICFO trató también la utilidad que tienen los sellos de calidad a la hora de construir esa imagen sólida hacia la sociedad. El sello acredita que la ONG cumple con la misión para la que fue creada, y que lleva a cabo una buena gestión de sus fondos y sus recursos. Todo donante que se preocupa por asegurarse de que su generosidad tenga el destino que realmente desea, encuentra en este sello la seguridad y la respuesta a sus dudas.
Es decir, acreditaciones como el sello Dona con Confianza de Fundación Lealtad sirven para ponérselo fácil al donante. Y al mismo tiempo contribuyen a que las campañas de captación de fondos de las ONG sean más eficaces.
Desde ICFO se trabaja para lograr que el mayor número posible de ONG puedan disponer de esta distinción, que solo es posible obtener con una gestión basada en la transparencia y buenas prácticas. El resultado será, sin duda, el fortalecimiento del Tercer Sector.
“Compartir conocimiento es clave, porque todos tenemos mucho que aprender”
Ana Benavides, directora general de Fundación Lealtad y presidenta de ICFO
Nuestra directora es además, desde 2020, la presidenta de la red mundial de evaluadores del Tercer Sector. Su dominio de cuatro idiomas la convierte en un perfil ideal para liderar una institución de estas características. Fundación Lealtad es también un referente dentro de ICFO, pues su experiencia le ha permitido transferir procedimientos a la red, escalando su propia forma de trabajar en España.
P- ¿Cuáles son tus objetivos personales como presidenta de ICFO?
R- Lograr que ICFO siga creciendo, tanto porque cada miembro analice a un mayor número ONG como porque aumente el número de países pertenecientes a la red. Eso demostrará el valor de nuestro trabajo, y lo que es más importante, el buen hacer de las ONG.
P- ¿Qué representa para ti este cargo?
R- Supone un gran reto, porque en la asociación hay diferentes velocidades. Hay países que llevan más de 125 años analizando las buenas prácticas de las ONG. Otros, como es nuestro caso, estamos comenzando ya la tercera década, y algunos justo inician ahora su camino. Es decir, las circunstancias de cada cual son muy diferentes, hay que comprender las individualidades y buscar la mejor manera de que ICFO resulte de utilidad para todos. Compartir conocimiento es clave, porque todos tenemos mucho que aprender.
Por otra parte, este cargo me permite estar en contacto con colegas de países muy diferentes y me ofrece una buena visión de lo que ocurre en el Tercer Sector a nivel mundial. Lo cual es tremendamente enriquecedor.
P- ¿Cuál es el mayor reto al que te enfrentas?
R- ICFO no tiene personal ni estructura propia, todo el trabajo lo realizamos los socios, principalmente los miembros que componemos la Junta. En este contexto, el principal reto es lograr sacar adelante nuevos proyectos de comunicación, de intercambio de conocimiento y de sensibilización. Además, debemos conseguir que donantes e instituciones públicas de todos estos países sepan que tienen a su disposición unos sellos y una información de gran valor añadido a la hora de decidir con qué organizaciones colaborar.
P- ¿Qué legado te gustaría dejar en la asociación?
R- Me gustaría dejar una asociación cohesionada, con una gran presencia geográfica en el mundo, en la que todos aprendamos de todos. Y que además seamos una voz autorizada que tengan en cuenta gobiernos e instituciones en los temas referentes al sector no lucrativo.
