Entrevista Médicos sin Fronteras

Entrevistamos a Raquel González, coordinadora de Médicos Sin Fronteras España con motivo del Día Mundial de la Salud 2024. 

“Quien llega a nuestros hospitales debe ser atendido sin importar quién sea o el lado del frente en que se encuentre”

Médicos Sin Fronteras es una organización internacional médico-humanitaria independiente, de perfil activista y sanitario. Asiste a víctimas de conflictos armados, violencia, epidemias o enfermedades olvidadas, desastres naturales y exclusión de la atención médica. Trabaja en más de 70 países para salvar vidas y aliviar el sufrimiento de las personas. Funciona principalmente con personal contratado, en su mayoría médicos, enfermeras y otros profesionales médicos locales, expertos en logística, ingenieros y administradores de agua y saneamiento.

“Nuestra finalidad es preservar la vida y aliviar el sufrimiento de otros seres humanos en un momento crítico de su vida”

FUNDACIÓN LEALTAD- Estáis siempre ahí donde hay una crisis o catástrofe que afecta a la vida de cientos, miles de personas. ¿Qué es lo que más valoran de MSF las personas a las que atendéis en estas circunstancias?

RAQUEL GONZÁLEZ- Siempre buscamos poner en el centro a las personas a las que atendemos. Somos personas ayudando a personas. Más allá de nuestros valores de independencia, neutralidad, imparcialidad y humanidad, somos una cadena de voluntades a la que nos apasiona lo que hacemos. Y nuestros logros son muy tangibles, lo que es enormemente motivador. Se miden en personas curadas, en heridas cicatrizadas, en vacunas puestas, en niños que superan la desnutrición y vuelven a jugar y sonreír, en partos que acaban bien… En vidas que salen adelante. Nuestra finalidad es preservar la vida y aliviar el sufrimiento de otros seres humanos en un momento crítico de su vida.

FL- Ahora mismo las miradas en nuestro país se ponen sobre todo en Gaza. ¿Qué estáis haciendo allí en este momento?

RG- Nuestras actividades se desarrollan principalmente en el sur de Gaza. Estamos presentes en siete hospitales, un centro de atención primaria y dos puestos de salud en la zona de Rafah. Nuestros equipos ofrecen apoyo quirúrgico, atención a heridas, fisioterapia, atención posparto, consultas externas, vacunación y servicios de salud mental. 

La mayor parte del equipo está compuesto por personal quirúrgico y de urgencias, y el resto ofrece apoyo logístico y coordinación. Hemos enviado a Gaza más de 75 toneladas de suministros médicos, principalmente kits quirúrgicos y de vendajes. Llevar suministros a Gaza está siendo extremadamente difícil debido a las barreras administrativas, las restricciones a la circulación y el gran atasco de camiones en la frontera.

(Datos a 5 de marzo)

FL- ¿Qué otras situaciones de crisis hay ahora en el mundo en las que estáis operando y no nos llegan a través de los medios de comunicación?

 

RG- Destacaría una especialmente, por la gravedad de la crisis y su invisibilización en los medios: la crisis humanitaria masiva en los campos de refugiados sudaneses del este de Chad. Desde que estalló el conflicto en Sudán en abril de 2023, cerca de medio millón de personas han huido al este de Chad en busca de seguridad y ayuda humanitaria. Pero allí tienen un acceso inadecuado incluso a los servicios más básicos, como refugio, alimentos, agua y protección. Estamos siendo testigos de unas tasas alarmantes de desnutrición y malaria. 

Pacientes esperan una revisión médica en el pueblo de Ndougoury. © Djerabe Ndegrgar

 Y los servicios de protección para grupos vulnerables, como los menores no acompañados, los supervivientes de violencia sexual y quienes necesitan atención de salud mental, son insuficientes. Un año después del inicio del conflicto, la ayuda humanitaria sigue siendo preocupantemente lenta, faltan fondos y coordinación.

MSF está presente en los campos de refugiados, facilitando agua y saneamiento y dando apoyo a hospitales. Tenemos salas de hospitalización con 300 camas y una sala de urgencias. También centros de atención primaria y clínicas móviles, donde tratamos la desnutrición infantil; y servicios de salud sexual y reproductiva, maternidad, neonatología, pediatría y salud mental. Esto se añade al trabajo continuado para abordar la crisis sanitaria crónica. Debido a las epidemias repetidas y a las emergencias nutricionales, Chad tiene una de las tasas más altas del mundo de muerte infantil y materna.

(Datos a 5 de marzo)

FL- ¿Qué es lo más duro de vuestro trabajo? ¿Y lo más gratificante?

RG- Lo más gratificante es poder aliviar el sufrimiento de las personas que se encuentran en un periodo crítico de su vida. Pero vemos casos muy duros de malas condiciones de vida y muertes por causas que podrían ser evitables. A nivel más estructural, los ataques contra las instalaciones médicas y el personal sanitario son cada vez más habituales. Lo hemos visto en Gaza y Ucrania, pero también en Etiopía, Camerún o Sudán, entre otros países. Las instalaciones sanitarias son arrastradas continuamente al campo de batalla, y los pacientes y el personal sanitario se ven damnificados en el proceso.

 

Por otro lado, hay tendencias que nos preocupan. Como excluir de la ayuda humanitaria a las personas que se desplazan. Los donantes no sólo no financian estas actividades, sino que acosan a las organizaciones humanitarias y a las personas que les prestan ayuda. O como la tendencia a criminalizar la acción humanitaria independiente, lo que dificulta el acceso a las poblaciones con ayuda para salvar vidas. Los pacientes que llegan a nuestros hospitales deben ser atendidos independientemente de quiénes sean o del lado del frente en el que se encuentren o vivan. Por desgracia, esta opinión no es compartida por todos, y estamos trabajando para contrarrestar la criminalización de la asistencia médico-humanitaria en zonas de conflicto.


En países que están fuera de foco, como República Centroafricana, República Democrática del Congo, Somalia o Yemen, llevan décadas con altos niveles de mortalidad y sufrimiento. Pero la atención y los recursos se asignan por política. Y la geopolítica de la ayuda a veces prima otro tipo de intereses (geoestratégicos, políticos, económicos) por encima de las necesidades inmediatas de las personas.

FL- Denunciáis las injusticias y violaciones de derechos humanos. ¿Cómo influís en que se produzca un cambio en estas situaciones?

RG- Cambiar la realidad de las poblaciones a las que atendemos no es fácil, pero usamos el testimonio como medio para provocar cambios. Cuando somos testigos de abusos y violaciones extremas del Derecho Internacional Humanitario, puede ser el último recurso que nos queda para ayudar a las personas a las que estamos asistiendo. Dando a conocer el sufrimiento de las poblaciones a las que asistimos, enfrentamos también a quienes están en posición de tomar medidas decisivas. Estamos en contacto con gobiernos y otros actores de poder a nivel regional e internacional. Tenemos la oportunidad de participar en procesos políticos relacionados con la agenda sanitaria mundial, la asignación de recursos o la reforma del sistema de ayuda, que afectan de forma directa a nuestros pacientes.

FL- ¿Cómo funciona vuestro Fondo de Emergencias y cómo de importante es para vuestra actividad?

RG- Cada año, MSF España determina un presupuesto anual global que incluye el coste de los proyectos regulares y un extra en el Fondo de Emergencias para intervenciones no previstas. 

Pincha en la imagen para más información sobre el Fondo de Emergencias de MSF

Una guerra, un desastre natural o una epidemia pueden provocar repentinamente miles de víctimas. Y es importante poder ofrecer una actuación inmediata y profesional, no improvisada. Médicos Sin Fronteras está a menudo entre las primeras organizaciones que llegan al lugar del desastre para proporcionar ayuda vital.

El Fondo de Emergencias tiene un papel crucial en la rapidez de nuestra intervención. Permite que la Unidad de Emergencias esté siempre preparada para desplazarse al escenario de la crisis en 24-48 horas. Y que los kits básicos, quirúrgicos, médicos, de cólera, de cloración y control de agua, de abrigo, etc., estén listos para su envío inmediato. Este fondo se nutre de donaciones puntuales y de las cuotas regulares de socios que nos otorgan su confianza para que administremos sus aportaciones. Nos facilita actuar de forma independiente y nos da flexibilidad para ajustar nuestro trabajo a las necesidades y redirigir a nuestros equipos allí donde estas sean mayores.

“El apoyo de nuestros colaboradores nos permite ser independientes de todo poder político, religioso o de cualquier índole”

FL- ¿Cómo convencerías a un nuevo donante de que su aportación, por pequeña que sea, es fundamental?

RG- La definición más básica de MSF es que somos personas ayudando a personas. En esa cadena de humanidad, el primer eslabón esencial son nuestros donantes. Luego están los trabajadores de MSF tanto locales como internacionales y las personas a las que atendemos, que centran nuestro trabajo para conseguir una atención médico-humanitaria de calidad. Gracias al apoyo de nuestros colaboradores podemos hacer realidad los proyectos. Gracias a ellos nuestra organización es independiente de todo poder político, religioso o de cualquier otra índole, un aspecto fundamental. Casi un 100% de nuestros fondos son privados, gracias a medio millón de personas que nos apoyan en España, muchas de ellas con pequeñas cantidades regulares. Por pequeña que sea la cantidad que donen, aporta un valor esencial en la suma de voluntades que configura MSF.

Llevamos un estricto control de los fondos. Toda la cadena de gestión financiera está controlada por personal de MSF, y nuestras cuentas son auditadas anualmente por auditores externos. La gestión financiera es una pieza clave en nuestros proyectos, y también la transparencia. No aceptamos fondos para emergencias específicas si nuestras previsiones nos indican que hemos cubierto las necesidades a un año vista.

Esta entrevista forma parte del artículo Defender la vida y la salud: visión de dos ONG humanitarias publicado en nuestro blog con motivo del Día Mundial de la Salud en 2024. Médicos sin Fronteras es ONG Acreditada y cuenta con el sello Dona con Confianza.