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La labor de las ONG que se dedican a proteger a menores

Los adolescentes siempre han sido un colectivo considerado vulnerable, entendiendo el concepto de vulnerabilidad como estar expuesto a un riesgo o posible amenaza. Etimológicamente, esta palabra proviene del latín vulnerabilis. La raíz es vulnus, que significa “herida”, y el sufijo –abilis indica posibilidad. Es decir, ser vulnerable es tener una mayor probabilidad de ser herido. Por un lado, por estar sometido a presiones o riesgos externos; por otro, por no contar con recursos internos o capacidades para afrontarlos.

La adolescencia es un periodo de transformación de la persona. Un momento en el que los padres ya no se consideran el principal referente, y hay más receptividad hacia otras influencias. Existe una cierta confusión en cuanto a la propia identidad, inestabilidad emocional, inseguridades… Y también una sensación de rebeldía y disconformidad. Obviamente, todo esto no se manifiesta de la misma manera en todos los jóvenes. Pero sí son, según los psicólogos, rasgos que caracterizan esta etapa de la vida.

Vulnerabilidad a adicciones y trastornos de comportamiento

Y es ese contexto el que les vuelve vulnerables para tomar decisiones equivocadas. Para probar cosas nuevas que pueden suponer un riesgo para su salud. Para perder el control de determinadas situaciones y verse abocados a consecuencias que hubieran preferido evitar. Hablamos de adicciones (al alcohol, el tabaco, las drogas, los videojuegos, las redes sociales). Pero también de trastornos como la anorexia o bulimia, el aislamiento social, los complejos… Y en los últimos tiempos se han sumado otros factores muy preocupantes: el bullying o acoso escolar y la violencia sexual.

Lamentablemente, cada vez hay más casos de jóvenes que se convierten en “verdugos” de otros jóvenes, a los que eligen como víctimas aprovechándose de su fragilidad. Y esto deriva en graves traumas que luego resultan muy difíciles de superar, e incluso en suicidios. Según el último informe del Observatorio del Suicidio en España, estos se han convertido en la principal causa de muerte no natural en nuestro país entre los jóvenes de 15 a 29 años.

Toda la sociedad es responsable de concienciar y proteger a los menores

¿Cómo detener esto? Sin duda, hace falta una profunda reflexión como sociedad y una dura labor, coordinada desde todos los frentes. La familia, el colegio, las administraciones públicas, los medios de comunicación… Hace falta un gran trabajo de concienciación respecto al uso de las redes sociales y de los dispositivos móviles. Hace falta limitar el consumo de pornografía a edades tempranas, y que entiendan qué es realmente el porno para que sepan interpretarlo y no busquen replicarlo. Hace falta que la música que escuchan no cosifique a la mujer, que no se sustente en roles de género que sería mejor erradicar…

La tarea no es fácil, pero es necesaria, imprescindible y vital para proteger a las nuevas generaciones. Y el Tercer Sector también está aportando su grano de arena en este objetivo.

Datos para dimensionar las problemáticas

Como en cualquier ámbito, para poder actuar e identificar y poner en práctica medidas y acciones concretas es importante dimensionar la realidad a la que nos enfrentamos, trasladar a datos y ver tendencias.

Fundacion ANAR cuenta con un Centro de Estudios e Investigación, desde el que pone nombre, causas y cifras a las problemáticas que afectan a los más jóvenes. Desde 2016, colabora con la Fundación Mutua Madrileña en un programa de lucha contra el acoso escolar. En ese contexto, recientemente han publicado el IV Informe ‘La opinión de los estudiantes’ sobre acoso escolar. De sus conclusiones llama la atención este dato: uno de cada cuatro alumnos reconoce haber participado en una situación de acoso escolar si n darse cuenta. Sin duda, la concienciación es fundamental.

ANAR puede generar estos datos gracias a que desde hace años gestiona diferentes líneas de ayuda mediante teléfono o chat. Algunas de ellas son:

  • Ayuda a Niños/as y Adolescentes. Llamando al 900 20 20 20, cualquier menor podrá hablar con un psicólogo que escuchará su problema e intentará orientarle para encontrar una solución. En 2021 atendieron más de 250.000 llamadas, de la cuales más de 16.000 eran casos graves. Las causas más frecuentes fueron ideas o intentos de suicidio, maltrato físico o psicológico, acoso escolar o ciberbullying.
  • Contra el Acoso Escolar y los Malos Tratos en el Ámbito Educativo. La gestión del teléfono 900 018 018 es una adjudicación del Ministerio de Educación que funciona desde 2018. Como todos los que gestiona ANAR, es gratuito y totalmente anónimo. Y es atendido por psicólogos apoyados por el departamento Jurídico y Social.
  • Violencia de Género en Menores de Edad. Aquí, esta Fundación colabora con el Ministerio de Igualdad. El teléfono es 900 20 20 10. Funciona desde 2009 y su objetivo es tratar casos de violencia de género cuando hay menores implicados. Desde su creación los casos tratados han crecido exponencialmente, pasando de 464 en 2010 a 2.300 en 2020.
  • Familia y Centros Escolares. En este caso, el teléfono 600 50 51 52 se dirige a adultos. A padres que necesitan ayuda para gestionar situaciones difíciles con sus hijos. Pero también a vecinos o profesores que detecten comportamientos irregulares y preocupantes relacionados con un menor.

Otras ONG con trayectorias de referencia con menores

Existen otras muchas entidades que trabajan con niños y jóvenes. En nuestro Buscador de ONG puedes conocer su labor e identificar organizaciones con las que colaborar. La mayoría se orientan a menores en situación de vulnerabilidad y exclusión social, y su foco principal se centra en el ámbito educativo. Entre sus objetivos, ayudarles a que puedan terminar la educación obligatoria y que puedan desenvolverse en  igualdad de oportunidades. Evitar el abandono escolar limita también la posibilidad de que se introduzcan en dinámicas perjudiciales para su propio bienestar. Y al mismo tiempo mejora sus posibilidades de integración en la sociedad y en el mercado laboral.

He aquí algunas de ellas, todas estas están acreditadas por Fundación Lealtad porque cumplen los Principios de Transparencia y Buenas Prácticas:

Asociación Casal dels Infants per a l’acció social als barris. Se creó en 1982 en Barcelona. Trabaja con niños y jóvenes en situación de riesgo, en lucha contra la desigualdad. Uno de sus programas ofrece a adolescentes de 12 a 16 años una atención socioeducativa individualizada para prevenir e intervenir en situaciones de riesgo. Un espacio donde desarrollar sus habilidades personales, relacionales y de aprendizaje. También cuentan con una iniciativa que les acompaña en la búsqueda de empleo cuando llega el momento de tratar de abrirse un camino profesional.

Fundación Balia por la Infancia. Creada en Madrid en 2001. Su ámbito de trabajo es sobre todo el educativo, apoyando a niños de 3 a 12 años y a jóvenes que viven situaciones de desventaja académica, económica y social. Dispone de centros propios donde los menores acuden a realizar diferentes actividades. Ofrece acompañamiento escolar y programas de apoyo en centros educativos públicos. Iniciativas dirigidas a Secundaria para evitar el abandono escolar. Y también actividades lúdicas de verano para niños y jóvenes con  pocos recursos.

Fundació Gavina. Nació en Barcelona en 1979. Se dedica a dar apoyo a niños y jóvenes en situación de desigualdad y exclusión. Uno de sus objetivos es tratar de prevenir escenarios de riesgo que deriven en circunstancias que afecten a su bienestar. Les brindan refuerzo educativo y becas de estudio para evitar el abandono prematuro de los estudios. Les ofrecen apoyo psicopedagógico y les ayudan a superar barreras personales. Y luchan por conseguir su integración e igualdad de oportunidades

Fundación Tierra de Hombres España lleva desde 1994 trabajando para mejorar las condiciones de vida de la infancia más vulnerable de forma duradera, tanto en España como en países del resto del mundo, siendo un referente a nivel internacional en temas como el acceso a la justica para niños, niñas y jóvenes. La ONG está impulsando el Programa R3dIN: Red de protección profesional y comunitaria para una INfancia INtegrada e INformada. El proyecto quiere promover los derechos fundamentales de los niños y niñas en riesgo de violencia y/o víctimas de violencia, en tres Comunidades Autónomas: Comunidad de Madrid, Andalucía y Galicia. El proyecto gira entorno a los 4 principios-pilares de la convención sobre los derechos del niño de Naciones Unidas de 1989: Derecho a la participación, Derecho al desarrollo-vida, la No-discriminación y el respeto del interés superior del niño.

GREC Mallorca. Se crea como asociación en 1987 en Palma de Mallorca. Apuesta por la figura del educador de calle, que visita los lugares donde se reúnen los jóvenes para conocer en primera persona sus necesidades e inquietudes. Y también para denunciar las situaciones de injusticia social que condicionan sus trayectorias de vida. Trabaja mucho con reclusos  y exreclusos, y sus programas se dirigen a favorecer su inserción laboral y emancipación.

La Torre de Hortaleza. Constituida como asociación en Madrid en 1989. En realidad, en sus inicios era una agrupación deportiva. Utiliza el baloncesto –un deporte de equipo- como vía de integración y adquisición de valores y hábitos saludables para niños y jóvenes. También ofrece otros programas de atención social, apoyo a las familias y apoyo al estudio, entre otros. Su idea es trabajar de forma global para conseguir la integración de los más vulnerables.

Todas estas organizaciones están desempeñando un papel fundamental con los menores. Contribuir a erradicar la exclusión social y a reforzar su educación en valores es esencial para fomentar comportamientos saludables para cuerpo y mente. Y apoyar con nuestras donaciones a esta parte del Tercer Sector es una forma de construir una sociedad futura más igualitaria e integradora.

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