No es fácil hoy en día reunir en un evento a más de 750 personas de 38 países diferentes. Y menos si el tema a tratar gira en torno a algo poco ‘glamuroso’ como los sistemas de evaluación de organizaciones no lucrativas. Por eso, desde Fundación Lealtad nos sentimos enormemente satisfechos por el éxito de la ‘Conferencia Internacional de Evaluadores de ONG’ que celebramos el pasado 23 de marzo en Madrid. Y también muy agradecidos a todas las personas que nos acompañaron, en persona o por streaming. Y a todos los ponentes que compartieron sus conocimientos y aportaron gran valor a la cita.
La confianza como elemento cohesionador de las sociedades
Hemos organizado este encuentro como entidad que actualmente ostenta la presidencia del International Committee on Fundraising Organizations (ICFO). Es la única red internacional de evaluadores de ONG, y reúne a entidades de 20 países con presencia en cuatro continentes. Como recordó nuestro presidente y cofundador, Salvador García-Atance durante la inauguración, fue en 1893 cuando se creó la primera institución evaluadora de ONG. Concretamente, en Alemania. Y si algo ha quedado claro en esta conferencia es que se trata de una figura realmente importante y necesaria para la sociedad.
Las sociedades actuales se sustentan en tres pilares: el sector público, el sector empresarial y el tercer sector. Y hay un ingrediente que actúa de amalgama entre ellos y que hace que el sistema funcione: la confianza. Ese era precisamente el lema del evento, ‘Generando confianza’. Porque eso es, resumiendo mucho, mucho, en lo que consiste la labor de las entidades evaluadoras.
El papel de las entidades evaluadoras
Porque, ¿qué es exactamente un evaluador? ¿A qué se dedica? Básicamente, su función es informar a la sociedad sobre lo que hace una ONG, y quién, cómo y dónde lo hace. Para ello, realiza un análisis exhaustivo de su actividad, de sus órganos de gobierno, de sus sistemas de gestión y planificación. De sus cuentas, de su cumplimiento con la normativa, incluso de la publicidad que hacen o de la medición del impacto de sus acciones… Y de ese análisis obtiene una conclusión: si como organización no lucrativa merece o no la confianza de los donantes y de los beneficiarios.
Este proceso tiene lugar sólo si la ONG en cuestión decide apostar por la excelencia y por incorporar los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas a su gestión. Es decir, se somete voluntariamente al escrutinio del evaluador. Y lo hace por dos motivos principales. El primero, por su compromiso con la sociedad. El segundo, porque es consciente del valor reputacional que le aporta que una entidad independiente acredite su buen hacer. Y el solo hecho de tener que “desnudarse” ante un analista externo hace que la organización mejore sus procedimientos internos.
Informar para que otros puedan tomar decisiones
Como explicó en el encuentro Ana Benavides, directora general de Fundación Lealtad y presidenta de ICFO, las entidades evaluadoras no son auditoras de cuentas. Y tampoco publican ránkings ni comparaciones entre ONG. Su trabajo consiste en evaluarlas de acuerdo con unos principios o estándares que varían en los diferentes países. Pero en ICFO han acordado una base común de elementos a evaluar: misión, gobernanza, información financiera, eficiencia, efectividad, integridad y transparencia.
Los principios de referencia se revisan periódicamente para que estén alineados con la evolución de la propia sociedad. Y la evaluación es llevada a cabo por analistas formados que siempre dependen directamente de la entidad evaluadora. Si la ONG “aprueba”, obtiene el sello Dona con Confianza. Gracias a él, se hace público el buen gobierno de la organización. Pero ahí no acaba el camino: hay evaluaciones periódicas, cada dos o tres años, para confirmar que su gestión sigue siendo ejemplar.
“En todo ese proceso, los evaluadores ayudamos a las ONG entender cómo deben actuar para cumplir con su compromiso con la transparencia y las buenas prácticas. Como si fuéramos un Pepito Grillo, les recordamos lo que tienen que hacer y no están haciendo, les indicamos posibles conflictos de interés… Y les damos la oportunidad de rectificar y mejorar para alcanzar el objetivo. Después, hacemos público su éxito y lo ponemos a disposición de toda la sociedad, como información de utilidad para la toma de decisiones”, explica Ana Benavides.
Perspectiva internacional: testimonios de otros países
Por el salón de actos del Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad de Madrid (COAM), donde tuvo lugar la cita, pasaron 22 ponentes. Pudimos conocer experiencias de Alemania, los pioneros, con 130 años de historia, y cómo esta sociedad demanda también ‘listas negras’ de ONG en las que no confiar. De Países Bajos, donde están dando los primeros pasos y empezando a evaluar también a las plataformas de crowdfunding para evitar fraudes.
De México, con una década ya de experiencia, donde la transparencia sobre las cuentas a veces entra en conflicto con la seguridad de las organizaciones. De Suiza, donde actualmente tienen puesto el foco en la evaluación del impacto. Y de Estados Unidos, donde el análisis parte de una información pública que en España no existe. Este país registra una gran fluctuación en el nacimiento y desaparición de ONG cada año, y se está percibiendo una reducción en el número de donantes.
La visión de organizaciones españolas
También participaron en la conferencia representantes de ONG españolas que aportaron visiones interesantes y diferentes sobre la confianza. Manos Unidas destacó la importancia de construir relaciones personales de confianza a largo plazo con las contrapartes, u organizaciones locales colaboradoras que trabajan en terreno. Fundación Exit subrayó la necesidad de conectar con la gente joven y ganarse su confianza. Y para ello hace falta estar donde ellos están, hablarles en su idioma y preocuparse por entender lo que les motiva. Y Médicos Sin Fronteras habló de la importancia de saber decir NO a determinadas fuentes de financiación para poder trabajar con independencia en territorios hostiles y escenarios de conflicto.
Fundación La Caixa, Fundación Juan Entrecanales de Azcárate e INECO (Sociedad Mercantil Estatal de ingeniería y consultoría del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana) hablaron en calidad de donantes institucionales. Y sus representantes coincidieron en subrayar el valor que tiene para ellos el trabajo realizado por los evaluadores. Con su trabajo, ayudan a estas organizaciones a seleccionar con criterio las causas a las que donar, y que ofrecer como prescriptores a sus propios empleados.
En definitiva, y cerrando el círculo, la figura del evaluador tiene plena vigencia en la sociedad actual. Es importante para los donantes, para los beneficiarios, para las empresas y para las propias ONG. Su misión es clave para fortalecer y consolidar el papel que desempeña el Tercer Sector. Así lo destacó Ignacio Garralda, cofundador de Fundación Lealtad y presidente de Mutua Madrileña, en la clausura de la conferencia.
Todo esto nos anima a seguir trabajando cada día para dar lo mejor de nosotros, en nuestro objetivo de brindar información y confianza a toda la sociedad civil.
La Conferencia, en imágenes
Resumimos en fotografías los momentos más destacados de la Conferencia, que reunió en el salón de actos del COAM a 22 ponentes y a más más de 750 personas (asistencia presencial y online) de 38 países diferentes.
Te lo contamos en vídeo
A continuación, tienes disponible la grabación íntegra de la Conferencia Internacional Evaluadores de ONG: generando confianza. Puedes verla en versión original y con traducción simultánea al inglés o al español.
También puedes acceder a la grabación de cada ponencia por separado en la web de la Conferencia.