Pobreza energética
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Pobreza energética, qué es y cómo afrontarla

Este invierno se presenta “calentito” en lo que respecta al contexto económico. Pero muy frío para muchas familias que no van a poder encender la calefacción por falta de recursos para pagar las facturas. Es lo que se conoce como pobreza energética. Y aunque ahora escuchamos hablar más de ella en las noticias, el Tercer Sector lleva muchos años apoyando a las familias más vulnerables para hacer frente a esta difícil situación.

La energía está por las nubes. El precio promedio de la luz en septiembre del año pasado era de 160,7€ el megavatio hora (MWh), y en septiembre de este año alcanzaba los 237,4€. Si hablamos del gas natural, hemos pasado de pagar unos 20€ el MWh en años anteriores a más de 150€ en la actualidad. Una subida de más del 700%.

Es una situación que afecta a la cartera de todos. Y más, cuando la cesta de la compra también ha subido un 15% en 2022. La mayor alza en 34 años, según la OCU. En nuestro reciente artículo sobre pobreza alimentaria ya hablamos de las consecuencias de la inflación que se sitúa en máximos históricos. 

Qué es la pobreza energética y cómo nos afecta

El caso es que en los últimos meses estamos escuchando hablar más que nunca del concepto de “pobreza energética”. Se define como la incapacidad de un hogar de satisfacer sus necesidades básicas de suministro de energía, por un insuficiente nivel de ingresos. También hablamos de problemas de salud mental, por el estrés y la ansiedad que provoca el hecho de no poder pagar las facturas.

La Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia de Comillas afirma que 2,7 millones de familias españolas se encontraban en 2021 en situación de pobreza energética tomando como referencia el Salario Mínimo Interprofesional. Y en 2020, según Eurostat, 9 de cada 100 españoles no podían mantener sus hogares entre los 18 y los 22 grados. La temperatura que recomienda la OMS como saludable para el invierno.

Es decir, antes de que se produjera la actual situación de crisis e inflación, muchas personas padecían ya pobreza energética en nuestro país.  ¿Cómo van a poder afrontar el  invierno estos hogares? 

Medidas gubernamentales

El documento de referencia en pobreza energética es la Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética 2019-2024. Fue sometida a consulta pública, con las aportaciones de la sociedad civil. En ella se recogen nuevas medidas de protección de los consumidores vulnerables, empezando por ampliar la base de ciudadanos que pueden ser beneficiarios del bono social. También se establece un Suministro Mínimo Vital que alarga el plazo durante el cual se prohíbe el corte de suministro por impago de facturas.

El bono social eléctrico consiste en un descuento del 25% o del 40% sobre el termino de potencia y una cantidad determinada de energía. Varía si el consumidor es vulnerable, o vulnerable severo. Excepcionalmente, hasta el 31 de diciembre de 2023 el descuento será del 65% y el 80%, respectivamente. Además, también hasta esa fecha se establece otra categoría de beneficiarios del bono social con un descuento del 40%. Las comercializadoras de referencia tienen la obligación de ofrecer y financiar este bono social. Se puede solicitar por cualquier vía de comunicación: teléfono, mail, correo postal o fax.

Adicionalmente, existe un bono social térmico para compensar los gastos ocasionados por el uso de la calefacción y el agua caliente o cocina. Se trata de un único pago anual que complementa el bono social eléctrico. Lo reciben los beneficiarios de este último sin realizar ningún tipo de trámite. La cantidad a percibir tiene un mínimo de 40€ y varía en función del grado de vulnerabilidad y de la zona climática donde se encuentra la vivienda habitual.

Desde las compañías energéticas

También las empresas de energía, a través de sus fundaciones, están promoviendo iniciativas de carácter social orientadas a mejorar la eficiencia energética de los hogares para reducir las facturas.

Es el caso de Fundación Naturgy, que lleva a cabo diferentes acciones mediante la participación de sus voluntarios y en colaboración con distintas entidades del Tercer Sector y organismos públicos. La más destacada es el ‘Fondo Solidario de Rehabilitación Energética’. Ha permitido la rehabilitación de más de 2.500 viviendas para mejorar su eficiencia energética y reducir su consumo. Y desde su ‘Escuela de Energía’ ha formado ya en medidas de eficiencia energética a más de 27.000 personas desde 2017.

Por su parte, Fundación CEPSA a través de su programa de voluntariado corporativo está colaborando con ECODES. Es una acción que tiene por objeto ayudar a las familias más desfavorecidas y en riesgo de pobreza energética a reducir el importe de sus facturas de electricidad. Para ello, los voluntarios de CEPSA les asesoran sobre sus contratos de suministro y les ofrecen consejos para mantener un consumo eficiente. También les ofrecen un kit de micro eficiencia energética. El programa acaba de lanzarse, y en el último cuatrimestre del año esperan beneficiar a un mínimo de 20 hogares.

Fundación Repsol está desarrollando durante este año en colaboración con Cruz Roja un proyecto para reducir la vulnerabilidad energética de 120 familias. Todas ellas van a recibir formación y asesoramiento en sus facturas, así como un kit de micro eficiencia energética para mejorar la eficiencia energética de sus hogares. En este proyecto también está contemplado la rehabilitación de las viviendas familiares para mejorar su aislamiento térmico.

Además, a través de sus programas de voluntariado, Fundación Repsol apoya a entidades sociales que trabajan con colectivos vulnerables en el ámbito de la transición energética para lograr un mayor impacto social, económico y medioambiental. Los Voluntarios Repsol participan en iniciativas que contribuyen a evitar y paliar la pobreza energética, a través de auditorías energéticas, así como de acciones formativas y de sensibilización para un uso eficiente de la energía.

El papel del Tercer Sector

La mencionada Estrategia Nacional contra la Pobreza Energética subraya la importancia de la detección temprana de situaciones de vulnerabilidad. Sobre todo en los hogares con menores y ancianos. Y para ello, más allá de la estructura administrativa autonómica y local, se considera esencial el papel de las ONG. 

Una vez más, el Tercer Sector puede desempeñar un papel fundamental para los colectivos sociales más desfavorecidos. Insistimos en que su actividad en este sentido viene desarrollándose desde mucho antes de que empezáramos a oír hablar de pobreza energética en los telediarios. 

En esta línea, ECODES cuenta con varias iniciativas. La principal es ‘Ni Un Hogar Sin Energía’, lanzada en 2013. Ofrece atención directa a las familias, con asesoramiento y diagnóstico personalizado para ayudarles a ahorrar en sus facturas, aumentar el confort térmico de su hogar y reducir las emisiones de CO2. Les acompañan en los trámites para cambiar u optimizar los contratos de suministro, solicitar el bono social, etc. También incluye ayudas para financiar las rehabilitaciones energéticas, como cambio de ventanas o mejora de aislamientos. En estos nueve años, más de 15.000 familias vulnerables se han beneficiado de este programa.

La fundación Energía Sin Fronteras  desde 2013 también lleva a cabo su actividad en España. Instala sistemas de autoconsumo fotovoltaico en centros comunitarios para dar acceso a suministro o reducir las facturas. Y ofrece talleres y cursos de formación a personas en situación de vulnerabilidad y a voluntarios de ONG que prestan asistencia social a familias que sufren pobreza energética.

Poniendo el foco en colectivos concretos, desde Fundación REDMADRE apoyan a mujeres con hijos. Recordemos que el 45% de los hogares monomarentales se encuentra en riesgo de pobreza, según el INE. Les proporcionan ayudas económicas puntuales, siempre justificadas por informes de servicios sociales. Dada la situación económica actual, se plantean llevar a cabo una iniciativa de carácter formativo a nivel nacional para ofrecer orientación y consejos para el ahorro energético en el hogar.

Cuando la salud depende de la luz

Hay personas cuya salud depende del suministro eléctrico, es el caso de los enfermos renales crónicos sometidos a tratamientos de diálisis domiciliaria. Su tratamiento supone un elevado consumo de energía al que deben hacer frente. La Fundación Renal ha convocado una línea de ayudas económicas para dar apoyo a enfermos con escasos recursos económicos. 

 Por su parte, desde ELA Andalucía están poniendo el foco en cómo está afectando la subida de la luz a los pacientes que se ven obligados a estar conectados 24 horas a una máquina para poder respirar. El gasto, en este caso, ni se puede reducir ni se puede cuestionar. La Asociación se está moviendo para ponerlo en conocimiento de las administraciones públicas y las compañías eléctricas para que tomen medidas al respecto para apoyar a estas familias. 

El gasto energético en las cuentas de las ONG

Las entidades sociales también ven como día a día se incrementa la factura de consumo energético de sus instalaciones. Residencias, centros de día, colegios, aulas de formación, almacenes, … Todas las actividades de apoyo a las personas que atienden implican un consumo energético. Una partida de gasto que se incrementa y a la que deben hacer frente para mantener la atención a sus beneficiarios.

Precisamente para apoyar a las entidades sociales nace el proyectoGreenability de ECODES. Ofrece recursos para ayudarles a mejorar la eficiencia energética de sus instalaciones y ahorrar en sus facturas. También les proporciona herramientas para que puedan ayudar a sus beneficiarios en situación de pobreza energética. 

Por ejemplo, la Fundación Renal se ha sumado al Plan de Ahorro Energético de la Unión Europea con una campaña interna para reducir el consumo en todas sus dependencias. Mediante un vídeo difundido entre todos su personal, la Fundación ha lanzado una serie de recomendaciones para optimizar el consumo de la luz, el papel, el aire acondicionado y los equipos informáticos en su sede central, en el Centro Especial de Empleo y en sus 18 centros y unidades de diálisis. Iniciativas similares se están llevando a cabo en otras ONG. 

¿Cómo puedes colaborar?

La luz o el gas, por desgracia, no se pueden donar, como la ropa o los alimentos. Pero si puedes apoyar a las ONG que están atendiendo a los más vulnerables en la lucha contra la pobreza energética. Puedes hacerte socio, o realizar donaciones para apoyar sus programas de atención a personas vulnerables. 

Es fundamental ayudar a las familias en la mejora de la eficiencia energética de sus hogares y en tener optimizados sus contratos de suministro. Se trata de pagar solo por lo necesario, pero manteniendo un nivel adecuado de bienestar térmico. Es una inversión para reducir la pobreza energética a futuro.

En nuestro buscador, y en los enlaces que encontrarás en este artículo puedes acceder a la información completa de las ONG Acreditadas que están trabajando en pobreza energética. 

Dona con confianza. 

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