Personas sinhogar
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Personas sinhogar: cuando falta lo más esencial

"Sinhogarismo" es la forma en la que las ONG, que trabajan con personas que carecen de vivienda, definen esta situación. A punto de que empiece la campaña del frío en noviembre, hemos hablado con algunas de estas ONG para conocer más de cerca su labor y la problemática de las personas sinhogar (escrito todo junto como recomienda Fundéu).

Los últimos datos del INE de 2022 cifran en 28.552 el número de personas sinhogar (7.276 sin techo y 21.276 sin vivienda); casi un 25% más que hace diez años. Y estos números podrían ser mayores si se tienen en cuenta las personas que están al margen del sistema. Así se advierte en la Estrategia Nacional para la lucha contra el Sinhogarismo en España 2023-2030, publicada el pasado mes de junio. Solo en Madrid, en un recuento realizado en 2020 en el que participó la ONG Acreditada Solidarios para el Desarrollo, se contabilizaron 427 personas en la calle.

De todas las edades y procedencias

En las calles de nuestras ciudades duermen hombres y mujeres (sobre todo hombres 77%) que no tienen otro sitio donde ir. Son de todas las edades, desde jóvenes de menos de 30 años hasta de más de 60: el 21,1% tiene menos de 29 años; el 30% entre 30 y 44; el 43% entre 45 y 65; y el 5,5% tiene más de 65 años. Aunque los signos de la edad se confunden cuando no se dispone de unas condiciones adecuadas de higiene y cuidados de la salud. 

Muchos son extranjeros (50%), de países del centro y este de Europa, como Rumanía o Polonia. Y también africanos, de Mali, Senegal o Marruecos. Pero también, especialmente a partir de la pandemia, hay españoles (50%). 

Según la Encuesta de Personas SinHogar del INE, con datos para 2022, en torno a un 10% de las personas sinhogar tienen diagnosticada algún trastorno mental crónico o grave y el 57% presenta algún tipo de sintomatología depresiva.

Varias de las ONG Acreditadas con el sello Dona con Confianza de Fundación Lealtad tienen como misión ayudar y tratar de hacer la vida más fácil a este colectivo. Utilizando el buscador de la web y escribiendo “sinhogar” o “sin techo” es posible conocerlas.

Bokatas: un bocadillo a cambio de conversación… y confianza

Danann Pacheco es secretaria y voluntaria de Bokatas, una entidad apolítica, aconfesional que funciona íntegramente con voluntarios y financiación privada. Actualmente cuenta con unos 300 voluntarios que tienen una edad media por debajo de los 30 años. Muchos son estudiantes universitarios y la mayoría llegan por el boca a boca, las redes sociales y la página web.
Bokatas organiza rutas semanales en las que visitan a personas que viven en la calle. Van siempre los mismos voluntarios a cada ruta, y se organizan para que cada persona reciba entre una y tres visitas por semana. Les ofrecen algo de comer y de beber, tratan de charlar con ellos y de ganarse su confianza. El objetivo es que se acostumbren a su presencia y entiendan que están allí para echarles una mano. En Madrid tienen 24 rutas diferentes, en Valencia 9 y en Zaragoza 8. En total, acompañan de forma continuada a unas 500 personas sinhogar.
“A veces nos cuesta semanas que lleguen a confiar en nosotros. Al principio apenas cruzas unas palabras con ellos, luego poco a poco se van abriendo. Cuando llegan a preguntarnos ‘¿y qué tal vosotros?’ es cuando vemos que hemos conseguido establecer un vínculo auténtico. Nunca les preguntamos por qué están en la calle. Lo que nos interesa es que sepan que estamos aquí y que pueden pedirnos ayuda si lo necesitan”, explica Danann.
Información y acompañamiento en resolución de problemas
En la campaña del frío reparten puntualmente kits de abrigo o sacos de dormir. Pero su actividad no consiste en darles dinero o bienes materiales, sino en ofrecer acompañamiento. Les dan información de los lugares donde pueden darse una ducha, conseguir ropa o comer caliente. A veces piden que les acompañen al médico, ayuda para renovar el DNI… Muchos de ellos no hablan español, y se apoyan en los voluntarios de Bokatas para resolver situaciones concretas. Ellos consiguen entenderles con palabras sencillas, gestos y, sobre todo, con empatía y voluntad.

Cooperación Internacional: desayunos para romper su soledad

La ONG Cooperación Internacional también tiene un programa llamado ‘Desayunos solidarios’, con un objetivo muy similar al de Bokatas. Ofrecer algo de comer, conversación y acompañamiento para derribar la barrera que convierte en invisibles a las personas sinhogar. Crear conexiones para aliviar su sensación de soledad y de exclusión social. Tienen rutas estables en Madrid, Sevilla, Málaga, Santander, Valladolid y Valencia. Los voluntarios son jóvenes entre 16 y 30 años que llegan por recomendación, por redes sociales o la web. Y también por las charlas que dan en centros educativos, institutos y universidades. En 2022 tuvieron 315 voluntarios que lograron mantener un vínculo continuado con unas 265 personas sinhogar.
El difícil reto de salir de la calle
Para Álvaro Rodríguez, coordinador de Voluntariado de Cooperación Internacional, salir de la calle no es sencillo: “Para conseguir un trabajo hace falta tener un currículum y poder enviarlo por Internet. Hay que estar aseado, dar buena impresión en la entrevista, tener experiencia… Ellos han perdido las relaciones sociales y no cuentan con apoyos que les echen una mano. Algunos tienen una discapacidad no reconocida que les impide trabajar.”, explica.
Además, Álvaro incide en la importancia de la ayuda psicológica: “Al estar en la calle han perdido habilidades como la confianza en los demás, la autoestima o la noción del tiempo. Habilidades que son necesarias para desempeñar un trabajo. Poder optar a un servicio gratuito de ayuda psicológico es fundamental, pero no está normalmente a su alcance”.

Fundación La Caridad: integración de personas con trastornos mentales

En otra esfera diferente de actividad se encuentra Fundación La Caridad. En su caso, disponen de un centro de día, denominado El Encuentro, donde atienden cada año a unas 70 personas sinhogar con trastornos mentales. De haber vivido aisladas, pasan a formar parte de algo estable en la sociedad. Realizan actividades, participan en salidas culturales, acuden al centro de salud… Así adquieren habilidades sociales, cognitivas y una condición saludable. También ofrecen un itinerario formativo y de acompañamiento para aquellas con capacidades para trabajar. En 2022 tres personas lograron encontrar trabajo, y en total son ya 12 las que lo han conseguido.
Esta ONG considera que las personas sinhogar mantienen un estigma que provoca un gran rechazo en la sociedad. En su manifestación más radical, este rechazo llega a generar un sentimiento de aporofobia (desprecio a las personas pobres o desfavorecidas). Su origen, aseguran, está en el desconocimiento y la desinformación sobre el colectivo, y la clave para erradicarlo es la sensibilización.

Casa Caridad: puertas abiertas 365 días al año

Casa Caridad lleva más de 100 años dando cobijo a las personas  sinhogar de las calles de Valencia. Con este fin nació en 1906, fundada por José Sanchís Bergón, médico valenciano y alcalde de Valencia entre 1906-1907. En su larga trayectoria ha sido testigo del cambio de perfil de las personas a las que atienden. Guadalupe Ferrer, su directora general, nos indica que: “Las personas en situación de sin hogar siempre han constituido un grupo muy heterogéneo de realidades y circunstancias personales, tienen en común la cantidad de sucesos vitales estresantes que han acumulado a lo largo de su vida y la escasez o ausencia de red social / familiar.” 

Guadalupe se muestra preocupada porque según indica: “Nos estamos encontrando con un aumento importantísimo de personas que no son personas sin techo, pero que si que están al borde de la exclusión social y tienen que elegir entre pagar su alquiler y/o los suministros y poder comer…… hasta septiembre de 2023 hemos repartido 16.500 carros de alimentos a un total de 2.707 personas vulnerables, cuando en todo 2022 repartimos 17.400 carros y atendimos a 2.928 personas, por tanto vemos que la demanda crece cada día más.”
Casa Caridad hace gala de no haber cerrado sus puertas ni un solo día desde que se creó. Estas puertas son las de su comedor social, y también las de sus centros de acogida temporal, viviendas y centro de recuperación “Hasta septiembre de 2023 llevamos atendidas a 755 personas en nuestros servicios del Centro de Acogida Temporal, en Viviendas Supervisadas y en intervención social a través del servicio de comedor”

Fundación Hospitalaria de la Orden de Malta en España: red de comedores

Esta orden religiosa laica de la Iglesia católica cuenta con una red de comedores sociales para satisfacer diariamente las necesidades básicas de alimentación de las personas en riesgo de exclusión en Madrid (2 comedores), Sevilla y Barcelona. También desarrolla un proyecto de desayunos solidarios para personas sin hogar tanto en locales (parroquias de Madrid) como en la calle en Sevilla, Córdoba, Canarias y Valencia. Cuentan también con ropero solidario, duchas públicas, lavandería y prestan asesoría jurídica.
En palabras de Carmen Manglano, orientadora laboral de FHOME: “Se percibe un cambio de perfil en las personas sin hogar en cuanto a la edad (cada vez son de mayor edad las personas que quedan en esta situación), a la vez que ha aumentado el número de personas extranjeras que se encuentran en esta situación. Esto puede explicarse porque ha aumentado considerablemente la inmigración de personas fuera de la edad laboral (mayores de 65 años), y el retraso administrativo en regular su situación. Las nacionalidades que despuntan en este sentido son, en este orden: Perú, Venezuela y Colombia.”

Considera que para sacar a estas personas de la calle se necesitaría “aumentar recursos de alojamientos y acompañamiento temporales hasta normalizar su situación. Aumentar recursos temporales de breve estancia (albergues, campaña del frío, etc.). Aumentar recursos para su inserción laboral estable. Aumentar recursos formativos y ocupacionales de reestructuración de su situación (centros de día, por ejemplo). De esta manera, además de evitar pasar el día en la calle, se estaría trabajando en salir de esa situación. Aumentar recursos de atención social y psicológica para estas personas. Presionar a las administraciones en agilizar los trámites de extranjería, pues se ha observado desde hace más de un año, que es imposible acceder al sistema de citas, por ejemplo.”

Varias ONG, un mismo objetivo

Otras ONG Acreditadas que trabajan para mejorar la vida de las personas sinhogar son Solidarios para el Desarrollo, cuya actividad es similar a la de Bokatas y Cooperación Internacional. O Cocina Económica de Ferrol, que se dedica cada día a proporcionarles una comida caliente.


Sinhogarismo es una palabra aún no reconocida por la RAE. Refleja una realidad con la que convivimos a diario en nuestras ciudades y ante la que no podemos cerrar los ojos. Ayudar a cualquiera de las ONG Acreditadas que trabaja en este campo es una forma de contribuir a paliar la situación de un colectivo que carece de lo más fundamental.

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