Cada 24 de enero se celebra el Día Internacional de la Educación, impulsado por la Unesco. Este año, el lema es ‘Aprender para una paz duradera’. Porque la educación, según Naciones Unidas, también ayuda a prevenir los extremismos que devienen en conflictos bélicos. Frente a la discriminación, el racismo, la xenofobia o la incitación al odio, la educación es la mejor “arma de construcción masiva”.
ODS 4, conseguir una educación universal de calidad, inclusiva e igualitaria
A pesar de que su importancia sea aceptada por todos, una educación de calidad, inclusiva e igualitaria para todas las personas sigue siendo un reto de nuestras sociedades . Es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible incluidos en la Agenda 2030. Concretamente, el ODS 4.
También es uno de los ámbitos en los que más trabaja el Tercer Sector. Sea como eje central de su trabajo, o como parte de sus actividades, casi la mitad de las ONG Acreditadas están en el ámbito educativo.
El foco geográfico puede ser nacional o internacional, pero lo que todas tienen en común es que, tanto aquí como en países en desarrollo, hay mucho por hacer. Aunque, claro, las prioridades son diferentes.
Cuatro RETOS EDUCATIVOS en España
1- Acabar con el abandono y fracaso escolar que perpetúa las desigualdades
Recientemente, el informe Panorama de la educación de la OCDE situaba a España a la cabeza de la Unión Europea en abandono escolar. El 13,9% de los jóvenes españoles entre 18 y 25 años no acabaron los estudios obligatorios, casi 5 puntos por encima de la media de la UE. La Comisión Europea se ha marcado como objetivo que ningún país supere el 9% en 2030. Y la OCDE tiene un plan de acción para reducir el abandono escolar temprano en España.
El fracaso escolar es más frecuente en familias con dificultades económicas o en situación de vulnerabilidad. Y la falta de educación deriva muchas veces en riesgo de exclusión, perpetuando ese círculo vicioso, al cerrar la puerta a las oportunidades y al progreso personal. Una de las ONG que trabajan por frenar este problema es la Fundación Exit. Para ello lleva a cabo diferentes iniciativas de orientación, motivación, acompañamiento y formación. El objetivo final es activar su potencial, darles las herramientas para construir su futuro y conseguir su inserción laboral.
2- Reducir la brecha digital: cuando el acceso a la tecnología es un privilegio
La tecnología se ha integrado en los métodos educativos y se usan dispositivos electrónicos y recursos digitales para el aprendizaje. Aunque datos como encuesta del INE sobre equipamiento tecnológico en los hogares de 2023 indican el alto grado de digitalización en nuestro país, no todos los alumnos pueden disponer de estas herramientas en igualdad de condiciones. La pandemia por COVID-19 evidenció con claridad estas desigualdades. En la actualidad en el tramo ingresos mensuales más bajos (por debajo de 900€ netos por hogar) hay cerca de 100.000 hogares con niños que no pueden permitirse el acceso a Internet.
La brecha digital se traduce en brecha educativa: los alumnos se enfrentan a carencias que afectan a su desarrollo de aprendizaje. Y una vez más se perpetúan las desigualdades. Este es justo el campo de acción de Fundación Esplai, que tiene la capacitación digital como parte esencial de su misión. Con su programa de inclusión digital impulsa el desarrollo de aptitudes y competencias para mejorar la empleabilidad de jóvenes vulnerables. Además, lucha contra la brecha de género, especialmente pronunciada en el sector tecnológico, fomentando el liderazgo y el empoderamiento femenino.
En este reto no podemos olvidar a las personas con algún tipo de discapacidad Plena Inclusión, entre otras muchas entidades, pone el foco en la inclusión tecnológica con cursos de formación básica para reducir la brecha digital
3- El adecuado uso de la tecnología
En la cara opuesta a la brecha digital se encuentra La necesidad de educar a menores y jóvenes para que tengan una relación saludable con la tecnología. Que los contenidos digitales que consuman sean los adecuados para su edad. Que el uso de los dispositivos electrónicos sea controlado y no se convierta en una adicción. Y que la finalidad que se persigue con ese uso no entrañe un riesgo para la persona ni perjudique a terceros. Inculcar esto desde la base, desde el propio sistema educativo, es fundamental para las nuevas generaciones.
Hay múltiples estudios sobre los efectos del uso excesivo de la tecnología por parte de los adolescentes como el informe Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades, elaborado por Unicef, que ofrece información clave como herramienta de análisis y reflexión para orientar actuaciones en el ámbito familiar, educativo y normativo. También sobre los riesgos a los que se pueden enfrentar por el mero hecho de estar en redes sociales o de jugar online. Hay un debate abierto sobre la necesidad de regular de forma efectiva su acceso a determinados contenidos. También sobre la necesidad o no de prohibir el uso de los móviles en el entorno educativo. Las ONG que trabajan con menores y adolescentes incorporan herramientas y pautas de relación con la tecnología además de ofrecer actividades de ocio alejadas de las pantallas. En otros casos, como el de la Fundación ANAR, atienden a todos aquellos que hayan podido ser víctimas de cualquier tipo de abuso, también los que se producen por medios tecnológicos.
4- Proteger a los menores y cuidar su salud mental
Según la OMS, la salud mental es “un estado de bienestar que permite a las personas desarrollar sus habilidades, aprender y trabajar bien, y contribuir a su comunidad”. Los datos de menores con problemas de depresión o ansiedad son alarmantes por su dimensión y evolución creciente. Los especialistas apuntan que entre un 40% y un 60% de menores sufren problemas de salud no tratados. Y su consecuencia más trágica es el suicidio. Los datos oficiales apuntan a que en 2022 aumentaron un 57% los suicidios de menores de 15 años. Por eso es clave que el entorno educativo preste mayor atención al cuidado de la salud mental de los alumnos.
Una de las causas más frecuentes de este tipo de problemas entre los adolescentes es ser víctimas de acoso o bullying. Muchas veces no saben gestionarlo, no lo comunican y llega a convertirse en una situación crítica. Además, conectando con el reto anterior, las redes sociales multiplican el efecto devastador del ataque psicológico y sus consecuencias. Hace unos meses ya hablamos las ONG Acreditadas cuyo trabajo se centra en la protección de los menores, su trabajo es clave.
La mayor parte de las entidades que trabajan con menores han implantado metodologías que garantizan el buen trato y la protección de niños y niñas. Cabe mencionar la labor de Educo (Fundación Educación y Cooperación) en el desarrollo de herramientas y programas en esta línea.
Y el gran reto de muchos países: educación para todos
UNESCO indica que en el mundo hay 771 millones de personas adultas analfabetas, y 250 millones de menores sin escolarizar. Y de los escolarizados, uno de cada cuatro alumnos del primer ciclo y uno de cada dos del segundo ciclo de Secundaria no terminan los estudios. Son datos que no deberían existir, terminando como estamos el primer cuarto del siglo XXI. Y es esencial que la comunidad internacional se marque como objetivo fundamental erradicarlos.
Ningún país podrá prosperar económicamente si no fomenta la educación como el vehículo principal para alcanzar ese desarrollo. Cuanto mayor es el nivel de analfabetismo de un territorio, mayor pobreza encontraremos en él. Y, como la pescadilla que se muerde la cola, a mayor pobreza también se corresponderá un menor nivel de acceso a la educación.
Llama la atención un estudio del Fondo Monetario Internacional sobre la pobreza de América Latina. El FMI se pregunta por qué este subcontinente no ha logrado el mismo nivel de desarrollo que Asia o los países excomunistas de Centroeuropa. Y su conclusión es que no se debe a una menor inversión, sino a los bajos niveles de capital humano y productividad.
El gran reto de los países en desarrollo es establecer un sistema educativo sólido, con escuelas seguras al que accedan todos los menores en edad de escolarización. Y reducir el abandono escolar en edades tempranas, algo muy frecuente en entornos vulnerables y desfavorecidos.
ONG Acreditadas como Ayuda en Acción o Fundación Entreculturas llevan años trabajando en educación para el desarrollo en diferentes países de África, Asia y América Latina. Su objetivo, conseguir que la educación sea un medio para el cambio y la justicia social.
Reconocer y además apoyar
Celebramos un nuevo Día Internacional de la Educación. Como hemos dicho, es ampliamente reconocido su papel imprescindible en el desarrollo futuro de las sociedades. Por ello, además de recordarlo en este día, también podemos apoyar la labor de tantas ONG que a través de la educación de niños y jóvenes contribuyen al desarrollo económico y social a nivel global.
Consulta aquí las ONG que trabajan en el ámbito educativo. Puedes filtrar tu selección también por ámbito geográfico, tipo de beneficiarios u otras variables.
